Lo he probado con la PlayStation, el desco 4K de Movistar+, el ordenador y el Apple TV. Funciona. Sólo tienes que tener la precaución de conectarlos al proyector antes de encenderlo. Los reconoce inmediatamente y muestra el contenido sobre la superficie en la que estés proyectando las imágenes.

Claro, es lo menos que se puede pedir a cualquier equipo: que funcione. Pero no siempre lo hacen de forma simple y totalmente transparente. Y en esta ocasión sí ha sido así.

Sony no lo dice ni en la nota de prensa ni en la propia caja del MP-CD1 -por cierto, ha obtenido un premio iF al diseño-, pero parece más orientado al sector profesional que al entretenimiento. Es más fácil imaginarlo proyectando una presentación con un Power Point o con una tabla Excel y conectado a un ordenador, que mostrando un juego de a Play, aunque se atreve con todo.

Este proyector móvil es muy portátil. Pesa 280 gramos, viene con una funda de polipiel para transportarlo en el bolsillo, mochila, bolso o cartera, y mide 15 centímetros de largo por uno y medio de grueso y nueve de ancho. Es capaz de crear una imagen de hasta 120 pulgadas con una resolución máxima de 854 x 480 píxeles, pero lo consigue con el proyector a tres metros y medio de la pare (o pantalla). Si nos conformamos con una pantalla más pequeña, proyecta imágenes de 40 pulgadas colocándolo a un metro y medio.

Es conveniente utilizarlo en ambientes con poca luz, ya que tiene una potencia luminosa de 105 lúmenes. Esta relativamente baja potencia es la responsable, junto con la resolución de 854 x 480 de que lo clasifique más como un proyector para trabajo que para entretenimiento, aunque es divertivo jugar y ver jugar en una pantalla de 120 pulgadas.

Funciona con una batería de 5.000 miliamperios que le da energía para proyectar hasta dos horas de forma continua. Se apoya en la tecnología DLP IntelliBright de Texas Instrument para compensar brillo con un consumo moderado. Si queda poca batería se puede alimentar mientras se utiliza incluso con baterías externas (powerbanks).

Aunque se le pueden conectar directamente ordenadores, consolas, cámaras... con HDMI habrá que recurrir a adaptadores tanto para usarlo con dispositivos móviles de Apple, como para transmisiones sin cable. Es compatible con dongles WiFi de diversos fabricantes. Es una de las críticas que se le puede hacer al Sony MP-CD1: debería ser capaz de conectarse inalámbricamente. Tampoco tiene autofoco: hay

que enfocar manualmente con una palanca que tiene en el lateral izquierdo. Lo que sí hace automáticamente es la corrección trapezoidal: en función de la orientación del proyetor con respecto a la pared se suelen producir deformaciones trapezoidales que el propio equipo corrige adecuadamente.

Además del propio proyector y la funda, en la caja se incluyen un cable USB tipo C de un metro, otro cable HDMI también de un metro y un adaptador de micro USB a USB-C. El equipo está disponible en breve a un precio de 399 euros.