Fue fundada por Jomeini después de la revolución de 1979 para defender el sistema islámico

La todopoderosa Guardia Revolucionaria Iraní (GRI), o Pasdaran en persa, fue fundada por Jomeini después de la revolución de 1979 para defender el sistema islámico instaurado en el país. Jomeini encontró en los Pasdaran una fuerza militar leal al recién estrenado régimen y un firme contrapeso a las fuerzas armadas regulares, que mantenían fuertes vínculos con el depuesto Sha.

Con el paso de los años, esta fuerza de élite se ha consolidado como el brazo militar ideológico y mejor preparado del régimen. Se le atribuye un papel fundamental en la política exterior de la nación iraní. Fue el líder supremo, Ali Jamenei, quien amplió su capacidad operativa al crear la fuerza Al Quds, una unidad que se ocupa fundamentalmente de las operaciones internacionales y a la que hemos visto activa en los últimos años en Siria, Líbano o Bahréin. Su prestigio es tal que algunos analistas consideran que Jamenei se muestra más dispuesto a escuchar al comandante en jefe de la GRI, el general Mohamad Ali Jafari, y al general Qasem Soleimani, comandante de la fuerza Al Quds, que a su propio presidente, Hasan Rohani, y a su ministro de Exteriores, Mohamad Zarif.

En los últimos años, las agencias de inteligencia occidentales han advertido de la expansión de las actividades de los Pasdaran en África y América Latina, en concreto en Bolivia y Venezuela, cuyos gobiernos se declaran aliados del régimen de los ayatolá. Estados Unidos, por su parte, ha acusado, a la Guardia Revolucionaria de terrorismo. Para muchos analistas, la Guardia Revolucionaria constituye un país dentro del país ya que sus intereses e influencia abarcan no sólo la política sino también sectores estratégicos de la economía iraní. Se calcula que entre 120 y 125.000 personas pueden integrar sus filas.